Mayor se le dice por el tamaño de las piezas y no por otra razón. Es de buena tradición en España, aunque, por su distirbución geográfica y ocupación de ecosistemas, de menor práctica que la caza menor.

MONTERÍA. Al terreno seleccionado se le llama 'macha'. Con una superficie que ha de contarse por centenares de hectáreas, se disponen las líneas de czadores -armadas- que batiran el territorio fundamentalmente en busca de jabalíes, venados y muflones, aunque los cérvidos menores son también objetivo en algunos casos. Tiene el sabor de la caza clásica y tradicional, hasta el punto de recuperar usos, armas -trabucos-, y vestimentas de antaño. El reparto de las armadas en la macha hará que se denominen 'traviesa' -la que la cruza por las zonas intermedias-, 'cuerda' -la más alta- y 'sopie' -la más baja-. Las rehalas suelen soltarse por alguno de los extremos de la mancha o por varios a la vez con la intención de que obliguen al paso de las piezas por las armadas.

BATIDA. Para el no iniciado puede indicarse la batida como una 'mini montería'. Se realiza sobre una mancha mucho menor que aquella, con menor número de cazadores y perros, e incluso sin estos últimos. Por último cabe destacar que la batida se realiza en una sola dirección. En España se ejercita una pseudo-modalidad denominada 'gancho' que técnicamente debe incluirse en este grupo de batidas.

AGUARDA. Se suele escoger una noche de luna llena, un atardecer que así termine, en los veranos de los cotos de mayor, para cazar a la 'espera' -sinonímia de la modalidad- el jabalí. Se conoce el comportamiento del animal, sus bañas, sus lugares de paso y preferencias -querencias-.

RECECHO. Se trata de una búsqueda realtivamente en solitario de la pieza, durante el día. Generalmente se anda el terreno o se comienza con algo de espera hasta que se hace una primera visualización y no es hasta entonces cuando comienza el acercamiento a la pieza hasta su caza. En España el jabalí no se caza por esta modalidad.

Encontrará el lector, en otras descripciones y dentro del listado de modalidades de caza mayor, la 'selectiva' y la 'berrea'. En tanto a la primera decimos aquí que no se trata de una modalidad en sí, sino de la fijación de una pieza como objetivo que puede ser cazada por cualquiera de las modalidades que ya hemos descrito. Por otra parte, la 'berrea' es ampliamente conocida y tanto los cazadores como los amantes del monte la 'escuchamos' cada otoño en coincidencia con el celo del venado. En realidad es una caza selectiva con la particularidad de que se practica en esa determinada época de estallido hormonal de las especies afectadas y, por lo tanto, no constituye una modalidad técnica determinada.